domingo, 29 de marzo de 2015

Cloruro de Sodio en Medicamentos

El cloruro de sodio es la principal sal sódica utilizada como fuente de iones sodio. Cada gramo de cloruro de sodio equivale aproximadamente a 17,1 mmol de sodio y de cloruro. De forma aproximada 2,54 g de cloruro de sodio equivalen a 1 g de sodio.

Una solución al 0,9 % en agua (0,154 Molal) es isoosmótica y, en la mayoría de los casos, es isotónica con el suero y con las secreciones lagrimales.

NaCl
Peso Molecular = 58,44
CAS - 7647-14-5


HOMEOSTASIA DEL SODIO

El sodio es el principal catión del líquido extracelular, del cual mantiene el volumen y la osmolalidad. Además, participa también en la transmisión nerviosa, la contracción muscular, el equilibrio ácidobásico y la absorción de nutrientes por la célula. La  concentración plasmática de sodio es, en condiciones normales, de 135–145 mmol/l. 


Coeficiente Osmótico vs. Molalidad ClNa a 25º C

La homeostasia de sodio es compleja y está íntimamente relacionada con el equilibrio hídrico. Cualquier cambio en las concentraciones plasmáticas de sodio (osmolalidad) se corrige modificando el volumen extracelular. Este equilibrio se alcanza mediante la secreción e inhibición de la hormona antidiurética (ADH, vasopresina), que es la principal responsable de la excreción renal de agua. El contenido corporal total de sodio se regula mediante la excreción renal, que varía ampliamente según la ingestión en la dieta, interviniendo diversos mecanismos.

La hipernatremia es un incremento anormal de la concentración plasmática de sodio con aumento simultáneo de la osmolalidad plasmática que se asocia generalmente a una reducción de volumen por una deficiente equilibrio de la ingesta de agua con relación a las pérdidas renales o extrarrenales.  Las causas de la hipernatremia pueden ser transtornos de la sed como en el coma o la hipernatremia esencial ; diuresis osmótica, como en la cetoacidosis diabética o tras la administración de manitol ; y pérdidas excesivas de agua, ya sea en el riñón, como en la diabetes insípida o a nivel extrarrenal, como sucede en la diarrea o la sudoración excesiva. 

Las manifestaciones clínicas de la hipernatremia son más graves cuanto más rápido se desarrolle ésta, pudiendo llegar a parálisis respiratoria y coma. Habitualmente, el tratamiento de la hipernatremia requiere restituir el agua, y la administración oral de agua es suficiente para algunos pacientes.

La hipernatremia también puede aparecer tras la ingestión excesiva de sodio por vía oral (aunque no es frecuente) y del uso inapropiado del cloruro de sodio por vía intravenosa.


REQUERIMIENTOS HUMANOS DEL SODIO

El organismo puede adaptarse a un amplio margen en la ingesta mediante el ajuste de la excreción renal a través de factores físicos y hormonales. Las necesidades de sodio pueden incrementarse a corto plazo con el ejercicio o con la exposición a temperaturas ambientales elevadas, hasta que el organismo se ajuste.

El sodio está presente en los alimentos y también se añade en forma de sal durante su preparación, cocción, así como sal de mesa. La ingesta dietética de referencia (RNI) para los adultos publicada en el Reino Unido es de 1.6 g de sodio (70 mmol) / día, que son aproximadamente 4 g de cloruro de sodio. En E.E.U.U. se ha recomendado que se limite la ingesta diaria de sodio a 2,4 g (6 g de cloruro de sodio) o menos. El aporte dietético normalmente excede estas recomendaciones.


INDICACIONES Y ADMINISTRACIÓN ORAL

El cloruro de sodio se utiliza en el tratamiento de las deficiencias de iones sodio y cloruro en enfermedades con pérdidas salinas. Las soluciones de cloruro de sodio se utilizan como fuente de cloruro de sodio y de agua para hidratación. Cada gramo de cloruro de sodio contiene 394 mg de sodio (17,1 mEq). La dosis restitutiva habitual de cloruro de sodio por vía oral en enfermedades con pérdidas salinas crónicas es de aproximadamente 2,4 a 4,8 g / día, en forma de un preparado de liberación modificada, acompañado por un aporte hídrico adecuado. 

Los suplementos orales se usan también para prevenir los calambres musculares durante la hemodiálisis periódica. Las soluciones que contienen cloruro de sodio y glucosa, normalmente con electrolitos adicionales, se utilizan para la rehidratación oral en la diarrea aguda.

Entre otras indicaciones, la solución de cloruro de sodio al 0,9 %, al ser isotónica, es un líquido útil para irrigaciones estériles, por ejemplo del ojo o la vejiga, y la piel en general, o la limpieza de heridas. La concentración al 0,9 % también se utiliza ampliamente como vehículo o diluyente para la administración parenteral de otros fármacos. Las soluciones de cloruro de sodio no deben utilizarse para inducir la emesis. Esta practica es peligrosa y se han registrado muertes producidas por la hipernatremia.

El cloruro de sodio (Natrium muriaticum ; Nat. Mur.) se utiliza en medicina homeopática (German Homoeopathic Pharmacopoeia : « Natrium Chloratum 10 % (D1) » ; Formulaire National FranÇaise : « Soluté injectable de chlorure de sodium à 0,9 %, à 10 % »). Se emplea también en ocasiones como excipiente en cápsulas y comprimidos. Las siguientes formas farmacéuticas para uso oral, son descritas en la BP : « Sodium Chloride Solution », « Sodium Chloride Tablets » ; y en USP : « Sodium Cholride and Dextrose Tablets », « Sodium Chloride Tablets », « Sodium Chloride Tablets for Solution ».



FARMACOCINÉTICA

El cloruro de sodio se absorbe bien en el tubo digestivo. El exceso de sodio se excreta principalmente por el riñón, y se eliminan pequeñas cantidades en las heces y el sudor.


PRECAUCIONES

Las sales de sodio se deben administrar con precaución a pacientes con hipertensión, insuficiencia cardíaca, edema pulmonar o periférico, deterioro en la función renal, preclampsia, u otras afecciones asociadas a la retención de sodio. Cuando los suplementos de sodio se administran por vía oral, debe mantenerse un aporte hídrico adecuado. Los comprimidos de liberación sostenida no deben administrarse a pacientes con trastornos digestivos asociados a estenosis o divertículos debido al riesgo de obstrucción.


EFECTOS ADVERSOS

Los efectos adversos de las sales de sodio, como el cloruro de sodio, se atribuyen a los desequilibrios electrolíticos por un exceso de sodio. La retención de un exceso de sodio en el organismo se produce normalmente cuando la excreción renal de sodio es defectuosa. 

La hipernatremia (aumento de la osmolalidad del plasma) suele relacionarse al aporte de agua insuficiente, o a las pérdidas de agua excesivas. Se presenta en raras ocasiones tras la administración de dosis terapéuticas de cloruro de sodio, pero también se ha producido con la utilización de solución salina hipertónica para inducir la emesis o para el lavado gástrico. El efecto más grave de la hipernatremia es la deshidratación del cerebro.


Los efectos digestivos asociados a la ingestión oral aguda de soluciones hipertónicas o de cantidades excesivas de cloruro de sodio incluyen náuseas, vómitos, diarrea y cólicos. La administración excesiva de sales de cloruro de sodio, puede provocar una pérdida de bicarbonato produciendo acidosis. Para el tratamiento de los efectos adversos en pacientes con un exceso de sodio discreto, la administración oral de agua y la restricción en la ingesta de sodio, es suficiente.