domingo, 24 de mayo de 2015

Perfil de Indicadores de Estabilidad del Producto || Indicators of Stability Profile

Los estudios de estabilidad de una sustancia o preparado farmacéutico, comprenden dos etapas diferenciadas. En primer lugar, se deben establecer para aquel, unas características de seguridad y eficacia, reproducibles y de cierta robustez, conocidas como "especificaciones de calidad" del producto. Esto significa que debemos tener definidas y controladas en el producto su forma y propiedades físicas, su seguridad y pureza química, su seguridad microbiológica y su potencia, y dichas cualidades deben mantenerse en grado suficiente. La segunda etapa corresponde propiamente a lo que se entiende por "ensayos de estabilidad" y tiene por objeto verificar la integridad de dichas especificaciones de calidad a lo largo de toda la vida útil del producto.


Tanto en el caso de materias primas o principios activos, como de productos terminados, dicho seguimiento se realiza valorando periódicamente un número seleccionado de "atributos" o indicadores que, en conjunto, deben permitirnos asegurar todas las especificaciones de calidad establecidas para la formulación. Este conjunto de atributos se conoce como "Perfil de indicadores de estabilidad". En el caso de los medicamentos, las normas NCF establecen que, cuando no se disponga de monografía concreta, se debe razonar y justificar la selección de estos atributos y en el caso de productos envasados debe estar basado en partidas o lotes consistentes de fabricación.

La selección de las especificaciones y sus criterios de aceptación, ha sido bien establecida para medicamentos y sustancias activas medicamentosas, siendo recogidas por varias directrices del ICH (Q6A, Q6B, Q3A, Q3B) y del CPMP (CPMP/QWP/2820/00). De un modo general, pueden agruparse según se muestra en el cuadro siguiente:



  • Identificación y Pureza (falsificación, elementos extraños, etc.)
  • Físicos (organolépticos, residuo seco, densidad, etc.)
  • Microbiológicos 
  • Químicos (pH, metales pesados, tóxicos y residuos, etc.)
  • Sustancia Activa

Normalmente, las especificaciones y criterios de aceptación de materias primas y sustancias activas vienen descritas en monografías oficiales, como en el caso de las sustancias para uso farmacéutico, reguladas por la farmacopea, o en su defecto, por el propio fabricante que las documenta a través del boletín o certificado de análisis correspondiente. Si la materia es de origen natural, debe vigilarse especialmente la variabilidad de dichas especificaciones, y en el caso de principios activos, la calidad debe estar perfectamente caracterizada, tanto cualitativa como cuantitativamente.

Los criterios de aceptación de las especificaciones de productos terminados deben basarse en datos obtenidos de lotes provenientes de fabricaciones consistentes, o bien de estudios de estabilidad e incluso -en su caso- de estudios pre-clínicos o clínicos. Los principales tipos de especificaciones utilizados en la caracterización de materias primas, productos intermedios y productos terminados, se recogen a continuación.


ESPECIFICACIÓN

MATERIA PRIMA


INTERMEDIO

PRODUCTO FINAL
Identificación
química, histológica, trazabilidad
-
-

Falsificación

química, histológica, trazabilidad
-
-
Elementos extraños
ausencia
(control de proceso)
(control de proceso)

Impurezas
dentro de límites
dentro de límites
(control de proceso)
Caracteres Físicos
determinar
determinar
determinar
pH
determinar
determinar
determinar
Metales Pesados
dentro de límites
dentro de límites
-
Tóxicos y Residuos
ausencia
-
-
Microbiológicos
dentro de límites
-
dentro de límites
Sustancia Activa
%
%
-
Prod. Sec. Degradación
%
-
%
Tecnología de la F. F.
-
-
determinar


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domingo, 10 de mayo de 2015

Reactivos y Muestras: conservación y almacenamiento

Las condiciones generales de conservación tanto de reactivos como de muestras vienen determinadas por la naturaleza y características de estabilidad de cada sustancia o producto. Sea cuál sea el ámbito normativo del producto (medicamentos, alimentación, etc.) es frecuente que ambos sean atemperados a la temperatura del ensayo en concreto en el que participan, y que, en la mayoría de los casos no es otra que la del ambiente del local donde se lleva a cabo. Estas condiciones "normales" suelen coincidir bastante en muchas normativas. Así, la ISO 7520 recomienda como atmósferas "normales" de ensayo, las de 21-25 º C y 45-55 % de HR.

En el caso de muestras de medicamentos, se aplicarán como es lógico sus condiciones de conservación. Por ejemplo, para los medicamentos conservados entre 23 -27 º C, la ICH recomienda que las condiciones del laboratorio se acerquen a dichos valores aunque admiten que una variación de tales valores durante 24 a 48 horas no debe afectar por lo general al porcentaje de degradación del producto/principio activo. Esto es cierto siempre que no se trate de formulaciones con tiempos de semivida de su curva de degradación muy cortos, como los radiofármacos, etc. En cuanto a la USP y la Farmacopea Europea, ambas coinciden en establecer como intervalo de temperaturas para los ensayos "ambiente" el de 15 - 25 º C. 

También muchos reactivos deben conservarse refrigerados, como ciertos patrones, kits, medios de cultivo en microbiología, cepas patógenas, etc.  Las temperaturas más habituales suelen ser -20 º C, -15 º C, de 2-8 º C, y de 1-3 º C. Otras condiciones o requisitos diferentes como "preservar de la humedad", "...de la luz", etc. son indicados por el fabricante en el etiquetado y fichas técnicas correspondientes.